Los jugadores ponen sus dos dedos índices sobre el puntero o vaso y cada participante hace una pregunta, esperando a que el puntero se mueva hasta una letra, luego hasta otra, y así sucesivamente hasta formar una palabra.
El origen de este tablero se remonta al Antiguo Egipto, ya entonces utilizaban esta especie de método para contactar con sus seres queridos fallecidos. Era una especie de anillo de piedra colocado sobre un hilo y se movía sobre una tabla en la que había dibujados símbolos.
Pero es hacia finales del siglo XIX, concretamente en 1853, cuando un espiritista francés, M. Planchette, inventó lo que posteriormente se convertiría en la Ouija. Su forma original era la de un pequeño corazón de madera, con dos patas y un lápiz en el final y con un papel debajo donde se iban escribiendo los mensajes del más allá según se iban haciendo las preguntas al supuesto espíritu. Se dice que el término Ouija era una palabra egipcia que significaba "mala suerte".
En 1890 ya se transforma en la Ouija de la actualidad, y es el estadounidense Elijah Jefferson Bond quien registra el juego como método para contactar con los espíritus.
Unos años más tarde su invento lo compra un empresario americano, William Fuld, quien afirmó que la palabra Ouija era una mezcla de los vocablos oui ("Sí" en francés) y ja ("Sí" en alemán).
Este empresario crea su propia fábrica y explota su comercialización. Tal es la demanda que en 1920 ya había vendido más de un millón de tablas Ouija. Pero su suerte se truncó en 1927 cuando fallece en un accidente al caerse desde un tercer piso en su propia fábrica. La prensa relacionó su muerte con el tablero.
En 1966, la empresa de juguetes Parker Brothers adquirió todos los derechos de la Ouija y vendió 2,3 millones de juegos solamente en ese año, superando a juegos mundialmente conocidos como el Monopoly. Hoy en día, todavía mantienen los derechos del tablero que está registrado como juego de mesa.
Casos reales relacionados con la Ouija
Downers Grove (Illinois) - Diciembre de 1972
Jennifer Lynn Sprigman, una niña de tan solo 14 años decidió jugar a la Ouija con su mejor amiga una noche de diciembre de 1972. La amiga de Jennifer decidió hacer una pregunta macabra: a qué edad moriría Jennifer, la tabla dio una cifra: 18, y siguió con una palabra: asesinada. Las dos amigas rieron con la respuesta puesto que para ellas era como un juego. Siguieron preguntando cosas relacionadas con la muerte de Jennifer: de qué forma moriría, y la tabla contestó de inmediato: estrangulada.
En efecto la joven murió el 3 de octubre de 1976, faltando dos semanas para cumplir 18 años. Jennifer Lynn Sprigman murió estrangulada siendo abandonada a la orilla de la carretera. Jamás encontraron al asesino.
Popotla (México D.F.) - Mayo de 1982
Una noche de 1982, en el barrio de Popotla en México DF, en la calle Cañitas, se produjo uno de los más impactantes casos que se recuerdan en la zona.
Carlos Trejo, junto con varios amigos, intentaron ponerse en contacto con un novio fallecido de una de las integrantes. Todo parecía una broma, pero el vaso iba dando vueltas una y otra vez, hasta decir una frase que quedaría marcada en aquellos chicos: “Siempre estoy contigo y ahora me encuentro dentro de Emmanuel”.
Emmanuel, uno de los asistentes convulsionó y dijo: “No soy Emmanuel, furcia. Jamás podréis escapar de esto”.
A partir de ese momento aquella casa de la calle Cañitas fue objeto de infinidad de sucesos paranormales: bajadas de temperatura, objetos que desaparecían o cambiaban de posición e incluso apariciones como la de una figura negra que identificaban con un monje. Pero el mayor suceso ocurrió una noche cuando la figura de aquel monje intentó atacar a todos los presentes en aquel ritual, dejando una marca en la espalda de todos ellos.
Tras investigar descubrieron que en aquel lugar había existido un cementerio para monjes en la época de la inquisición.
Popotla (México D.F.) - Mayo de 1982
Una noche de 1982, en el barrio de Popotla en México DF, en la calle Cañitas, se produjo uno de los más impactantes casos que se recuerdan en la zona.
Carlos Trejo, junto con varios amigos, intentaron ponerse en contacto con un novio fallecido de una de las integrantes. Todo parecía una broma, pero el vaso iba dando vueltas una y otra vez, hasta decir una frase que quedaría marcada en aquellos chicos: “Siempre estoy contigo y ahora me encuentro dentro de Emmanuel”.
Emmanuel, uno de los asistentes convulsionó y dijo: “No soy Emmanuel, furcia. Jamás podréis escapar de esto”.
A partir de ese momento aquella casa de la calle Cañitas fue objeto de infinidad de sucesos paranormales: bajadas de temperatura, objetos que desaparecían o cambiaban de posición e incluso apariciones como la de una figura negra que identificaban con un monje. Pero el mayor suceso ocurrió una noche cuando la figura de aquel monje intentó atacar a todos los presentes en aquel ritual, dejando una marca en la espalda de todos ellos.
Tras investigar descubrieron que en aquel lugar había existido un cementerio para monjes en la época de la inquisición.
A día de hoy, quedan pocos testigos de aquel suceso horrible y 14 han sido las víctimas relacionadas directa o indirectamente con este caso.
Vallecas (Madrid) - Marzo de 1990
Uno de los casos más conocidos en España, es el de Estefanía Gutiérrez Lázaro.
En 1990 con tan solo 18 años decidió utilizar la Ouija para contactar con su novio que acababa de morir en un accidente de tráfico. La sesión la realizó en el colegio junto a unas amigas, pero una de las profesoras las encontró y las obligó a dejar el juego sin que pudieran terminarla correctamente.
En poco tiempo, Estefanía empezó a tener serios problemas de salud, insomnio y convulsiones, lo que causó que su salud se degenerara.
En 1991 Estefanía murió sin que se determinara la causa de su muerte.
Valencia (España) - Octubre de 2007
En el 2007, concretamente en Valencia (España), cinco adolescentes se reunieron en una casa abandonada con la finalidad de practicar sesiones espiritistas por medio de una tabla Ouija. Uno de los chicos, con más experiencia, fue el portavoz de la sesión, explicando al resto las medidas de seguridad que tenían que tener como no levantar las manos del tablero si algún espíritu no estaba de acuerdo, no cruzar las piernas y no tener ningún elemento religioso cerca. La primera pregunta que realizó fue: “si la presencia de alguno de nosotros te molesta, dinos quien es y se marchará”; el puntero de la tabla marcó el nombre de tres de los integrantes que estaban allí presentes y éstos sorprendidos decidieron marcharse rápidamente de la sesión. Cuando los tres adolescentes habían salido de la casa, escucharon un fuerte estruendo y al regresar la casa abandonada se había derrumbado sobre sus dos amigos que habían seguido jugando a la Ouija.
¿Es la ouija un portal al mas allá? ¿Crees que es posible contactar con los espíritus mediante este trablero? ¿Solo es el poder de la sugestión? Queremos leer vuestras opiniones.