A lo largo de la historia son muchas las leyendas que han hablado de espectrales apariciones en las cunetas de caminos y calzadas. Son muchas las personas que se han atrevido a contar que se toparon con lo desconocido a un lado de la carretera.
Extraños encuentros con seres sorprendentes de gran altura y oscuras vestimentas que caminaban lentamente por lugares poco frecuentados. Inquietantes y misteriosos sucesos vividos por gente de todos los ámbitos que quedaron marcadas por aquel encuentro.
El nazareno
Una noche del año 2002, concretamente la de Difuntos, Alejandro López Andrada, escritor y poeta cordobés, viajaba en su coche junto a su hija Rocío y una amiga de ésta, cuando se encontraron con algo fuera de lo normal.
A tan sólo unos pocos metros de su vehículo se podía contemplar a una especie de ser gigantesco vestido con una larga túnica que se desplazaba con mucha lentitud, bamboleándose de un lado a otro y flotando por el centro de la carretera, exactamente en dirección hacia Pozoblanco (Córdoba).
Según describieron los protagonistas, la figura era negra, como una especie de nazareno, con una capucha de monje, sin rostro y que medía unos dos metros y medio de altura, con vestimentas antiguas y que se acercaba al vehículo flotando, a unos veinte centímetros del suelo.
La asombrosa aparición permaneció allí durante unos tres o cuatro minutos. Al principio, Alejandro quedó paralizado por el miedo, pero a los pocos minutos decidió continuar con su camino. Al alejarse del lugar pudieron contemplar como otro coche, que circulaba por la misma carretera, traspasaba la figura de aquel ser, haciéndola desaparecer.
El misterioso hombre de blanco
En la A-455, en mitad del asfalto apareció un hombre vestido completamente de blanco, con una altura de aproximadamente 1.60 centímetros, tenía el pelo corto y negro, y bigote. Según explicaba la familia formada por cuatro miembros que fue testigo de la aparición.
Esta familia explicaba que a medida que se acercaban salió del lado izquierdo y se quedó en medio de la carretera. Caminaba muy pausadamente, como si flotara, y se dirigió hacia el vehículo como si fuera a pedir ayuda. Al aproximarse al coche, empezaron a sentir muchísimo frío, y el hombre les dijo: "Socorro, auxilio, accidente, me muero”. Y precisamente fueron esas palabras las que les sorprendieron porque esa persona no tenía ningún tipo de rasguño, rozadura o sangre, solamente estaba muy pálido.
Además, el perro de esta familia, que se encontraba en el asiento trasero, se escondió cuando el hombre se aproximó y no volvió a salir hasta que se alejaron del lugar.
Es entonces cuando el padre de la familia decide apartarse de la mitad de la carretera y llamar al cuartel de la Guardia Civil pero cuando vuelven a mirar por el espejo retrovisor esa persona ya no estaba.
En el pueblo se comenta que más gente se ha encontrado con el hombre, el 7 de abril.
Aparición en la A-457
En noviembre de 2013, un periódico local se hizo eco de un insólito encuentro en la carretera A-457 que une Lora del Río con Carmona. Un punto kilométrico donde numerosos accidentes pueden tener relación con unas supuestas apariciones, al ser una zona con muchas curvas y bastante peligrosa.
Decenas de personas han sido testigos de extrañas apariciones cruzando la carretera. Según explican algunas de estas personas, mientras conducían de noche por este tramo de la A-457, unas piernas negras sin tronco cruzaban de un lado del arcén al otro.
"De repente, vi una piernas cruzando la carretera y que desaparecen en la parte izquierda. Unas piernas normales pero sin la parte de arriba", cuenta José Jiménez, uno de los testigos.
"Vi unas piernas que cruzaban la carretera, no se me olvida", explicaba otro matrimonio que también fue testigo.
En otros muchos lugares de España también han aparecido distintos testimonios sobre otros tipos de encuentros.
La mujer enlutada
En 1938, en Garganta la Olla en Cáceres, también tuvo lugar otro extraño fenómeno. La hija de Teodosio Gómez López, Francisca Gómez, cuenta que su padre llegó a casa pálido y horrorizado después de encontrarse en el campo con una especie de figura de mujer que vestía de negro.
Según contaba Francisca, Teodosio se disponía a recoger castañas durante la estación otoñal a lomos de su mula por el conocido camino de “Las Tortiñosas”. De repente, apareció ante él una figura alta, cubierta de ropas negras y antiguas. En un principio, pensó que se podía tratar de una vecina de Garganta, sin embargo, aquel ser era extremadamente alto y su vestimenta no era nada corriente, era resplandeciente y brillaba.
Pero lo que más le llamó la atención era su manera de desplazarse, la figura carecía de pies y flotaba a unos centímetros del suelo, manteniendo siempre la misma distancia con respecto a Teodisio. Si el aligeraba el paso, la figura aceleraba el paso también y, del mismo modo, cuando retenía a la mula, la silueta de aquella mujer reducía su marcha. Nunca se giró, siempre fue precediendo a la mula y ofreciendo la espalda a Teodisio.
Pero el miedo se apoderó de aquel hombre cuando, al llegar a la fuente conocida como “La Ritera”, detuvo a su mula para que bebiera, y la tenebrosa figura también se paró a escasos metros. Fue esa inquietante imagen en el silencio de la noche lo que hizo que Teodosio se apresurara a su casa atemorizado y no volviera jamás por aquellos lugares.
La Pantalla
En febrero de 1983 en Vegas de Coria, Cáceres. muchos han sido los testigos que afirman haber divisado una figura enorme vestida con una capa.
“La Pantalla”, así denominan los lugareños a la extraña aparición que tuvo atemorizados a los vecinos. Aparecía en los lugares más insospechados deslizándose levemente unos centímetros del suelo, emitiendo un sonido aterrador y desapareciendo ante los ojos de los testigos, a veces produciendo un misterioso destello azul. En otra ocasión, este ser se arrojó por un barranco sin que después se encontrara rastro alguno de él.
Un ente gigantesco
En 1983, en Saucedilla (Cáceres) algunos vecinos se han encontrado con un ente de tres metros de estatura que, sin tocar el suelo, se va deslizando lentamente. Vestido con una larga túnica negra aparece y se desvanece ante los ojos de los testigos.
Una persona se encontró una noche con esta figura en el patio de su casa. El extraño ser le indicó con la mano que se acercara pero la testigo huyó. Cuando regresó con ayuda, ya había desaparecido.
Ante el temor de la población a salir al caer la noche, la Guardia Civil y varios vecinos realizaron batidas, peinando el terreno, en busca de este ser, aunque no tuvieron éxito en su búsqueda.
Son miles los casos sobre este tipo de apariciones, personas que se han encontrado con lo insólito en diferentes momentos y lugares. ¿Te sientes identificado? ¿Has vivido alguna experiencia similar? Queremos que nos lo cuentes.