Delegación de Hacienda de Vitoria |
Psicofonías grabadas en la segunda planta del edificio, de madrugada, donde claramente se escuchan los sonidos típicos de la algarabía de un recreo de un colegio. Niños jugando y cantando canciones. Supuestas grabaciones de vídeo donde se ve la figura de un niño con una especia de túnica. Vecinos que afirman escuchar risas de niños en la oscuridad la noche. Cosas que cambian de lugar, muebles que se mueven. Incluso manchas y figuras extrañas que aparecen en lámparas y en distintos lugares. Algunos guardias de seguridad no querían hacerse cargo de este lugar y optaron por eliminar la vigilancia humana y dar paso a la tecnología.
"Una noche de 1994, uno de los vigilantes que se encontraba en el puesto de control de Hacienda vio pasar a dos figuras bajando por las escaleras. Un hombre de edad avanzada y un niño, ambos cogidos de la mano. Después de darles el alto y explicarles que no podían permanecer en el edificio de madrugada, el vigilante optó por dirigirse a la vecina comisaría en busca de ayuda, ya que los intrusos no le respondían ni prestaban la menor atención. De vuelta, agentes y vigilante registraron el recinto sin encontrar rastro alguno del abuelo o del nieto. Era materialmente imposible que la pareja se hubiera fugado, ya que el edificio estaba cerrado" argumentó el guarda.
El mismo espectro que unos pocos años atrás llevó al parapsicólogo Prudencio Muguruza a advertir públicamente de que en aquel edificio podrían pasar cosas terribles a causa del niño que atravesaba sus paredes jugando con una pelota.
Incluso uno de los agentes llegó a instalar un gran radiocasete en los calabozos de la comisaría para grabar por las noches psicofonías: "Yo escuché como unos quejíos, unos gritos. No se entendía nada, pero yo lo oí con estos oídos", comenta un compañero del policía.
Convento del siglo XVIII (actual Delegación de Haciendo de Vitoria) |
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