Dener Closê, hijo único de una familia de São Paulo, Brasil, tuvo una serie de trágicos recuerdos que aun siguen siendo un misterio.
Cuando tenía tres años, mientras daba un tranquilo paseo por la playa con su madre, algo hizo que Dener entrara en pánico. Su madre le dijo que saltase sobre una ola, pero al escuchar las palabras: "salta, salta", inmediatamente comenzó a gritar desesperado: "socorro, socorro, el navío está hundiéndose, vamos a morir". La madre muy sorprendida no consiguió entender lo que había ocurrido con su hijo, ni esas palabras relacionadas a un navío cuando él nunca había estado en un barco.
Tras lo ocurrido, Dener creció como un niño normal convirtiéndose en un cocinero de la alta cocina francesa, algo que siempre le había fascinado.
Cuando se estrenó la película Titanic, Dener invitó a su novia al cine. La sala estaba llena y los dos disfrutaban de la película hasta el momento en el que el barco choca contra el iceberg. En ese momento, Dener comenzó a dar gritos de terror y a temblar descontroladamente, causando un tremendo escándalo, y fue obligado a abandonar la sala en medio de la mirada espantada de los espectadores que no entendían lo que estaba pasando.
Desde ese momento su vida cambió al comenzar a recordar el trágico accidente. Afirmaba que había estado en el Titanic trabajando como cocinero.
Dener tuvo que someterse a serios tratamientos psiquiátricos y espirituales, ya que caía en profundas depresiones y necesitaba encontrar una respuesta a aquello que le estaba sucediendo, y en medio de una de esas sesiones llegó a decir el nombre que habría tenido en la otra vida como tripulante del Titanic “Pierre Rousseau”.
Así que empezaron a investigar su caso y lo que encontraron fue realmente sorprendente. No solo había existido un hombre llamado Pierre Rousseau, sino que además había estado en el Titanic figurando como uno de los desaparecidos tras el hundimiento. Y por si esto fuera poco, la similitud física que ambos tenían era increíble.
Monsieur Pierre Rousseau, había nacido en 1863, estaba casado y vivía en Londres. Embarcó en el Titanic, con 49 años, el miércoles 10 de abril de 1912. Era un chef del restaurante a la carta Crew.
En el momento del hundimiento, Rousseau se negó a saltar a un bote salvavidas por su obesidad ya que no quería poner en riesgo a la gente que estaba en él.
Murió el 15 de abril de 1912 en el hundimiento. La ultima vez que sus compañeros lo vieron estaba apoyado en la baranda del barco que se hundía irremediablemente. Su cuerpo nunca fue recuperado o identificado después del naufragio.
Tras encontrar estas similitudes entre las dos personas, Dener y Rousseau, se llegó a una posible conclusión, la reencarnación.
Dener continuó con su vida gracias a la ayuda de especialistas, y actualmente está casado y tiene una hija, además de trabajar en uno de los restaurantes con más fama en la ciudad de Curitiba, en Brasil.
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