lunes, 31 de agosto de 2015
La anciana
Una noche de verano, mi primo y yo hablábamos de cosas sin importancia. La calle donde nos encontrábamos estaba desierta, pero a lo lejos, mientras charlábamos, se podía contemplar a una mujer muy anciana, bajita, vestida con ropa negra y caminando sumamente despacio. Era bastante tarde, las dos o así de la madrugada, y nos extrañó ver a una mujer tan mayor paseando sola. Cuando llegó a nuestra altura, se quedó mirándonos fijamente aunque no le dimos demasiada importancia y seguimos hablando, pero a los diez segundos de que pasara volvimos a mirar a la mujer ¡¡y no había nadie!!, era imposible, la calle era muy larga como para que hubiera desaparecido tan rápido y caminaba tan despacio que no podía haber desaparecido así sin más... Fuimos corriendo a buscarla pero nada, no había rastro de la señora por ningún sitio. Nunca más volvimos a verla, ni supimos que pudo pasar. ¿Fue un fantasma tal vez?
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