Este suceso tan extraño ocurrió en un pequeño pueblo de Galicia. La persona que lo presenció lo describía de esta manera:
"Era de noche, más o menos sería la una, había pasado el día en casa de mi suegra y volvía a mi casa. Iba yo sola así que caminaba deprisa pero algo hizo que me detuviera un momento. La casa del panadero del pueblo, que se encontraba en el camino de vuelta a mi casa, estaba rodeada de sacos de harina, habría al menos ¡cincuenta!, nunca había visto tantos sacos allí, pero eso no fue lo raro, al continuar andando miré hacia atrás para ver la casa y ya no había nada, ni un solo saco... Salí corriendo para llegar a casa lo antes posible. A la mañana siguiente nos enteramos de que el panadero había muerto..."
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