¿Por qué nos atrae tanto el Titanic? Un acontecimiento que no es donde más personas murieron, ni el único naufragio en aguas gélidas... muchas veces me lo he preguntado.
Su fuerza radica en que todos de un modo u otro nos sentimos abordo de ese buque, todas las clases sociales, ricos, pobres, famosos, anónimos, niños, mujeres, hombres, todas las profesiones
estaban reunidas esa madrugada del 14 al 15 de abril de 1912. Miles de almas luchaban por esa fuerza que sale a flote gritando "¡Sobrevive!".
Este naufragio nos enseñó que más allá de los villanos y egoísmos que afloran en su máxima expresión en momentos radicales y extremos, también hubo gente que no le importó
dar su vida porque otra persona a la que no conocían de nada sobreviviera, nos demostró que más allá de las grandes riquezas y el lujo extremo, la vida de una persona vale lo
mismo que la vida de cualquier otra, aunque sepas que esos botes eran los únicos que navegaban hacia el destino más preciado de todos... seguir viviendo.
Me quedo con esos momentos y ese es el legado que quiero recordar del Titanic, esa gran cantidad de héroes que en momentos extremos y agonizantes dieron la vida porque otros seres humanos se salvasen.
Quizás después de todo esas voces que gritaban "Este buque es insumergible" tenían algo de razón, pues sigue con nosotros su recuerdo muy vivo y nos fascina aunque pase década tras década.
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