El Preventorio de Aguas de Busot es un complejo arquitectónico del Siglo XIX, situado en el municipio de Aguas de Busot, provincia de Alicante.
En 1816, la Condesa de Torrellano adquiere el terreno y manda construir, sobre los restos de unas termas romanas, un majestuoso balneario: el Hotel Miramar, pero es en el año 1865 cuando empezaron las labores de construcción.
Un siglo más tarde, en plena Guerra Civil, se interrumpió la actividad hotelera y el complejo sufrió modificaciones para convertirse en un hospital infantil para la prevención de la tuberculosis. Cientos de niños pasaron allí gran parte de su infancia.
A finales de los años 60, el hospital cerró sus puertas y fue abandonado.
El Preventorio ha sufrido un deterioro acelerado debido a la gran afluencia de personas que lo visitan, unas con fines lúdicos -incluyendo actos vandálicos-, y otras con el fin de llevar a cabo investigaciones esotéricas.
A finales de 2005 fueron instaladas unas vallas para detener estos actos, a la espera de llevar adelante el proyecto de rehabilitación del edificio. Se dice que debajo de los sótanos y losas del suelo se puede encontrar todo un entramado de túneles y trincheras que servían de refugio para los altercados de la Guerra Civil y la posguerra.
La fama del antiguo preventorio comenzó a ser mayor tras la publicación de un artículo elaborado por el investigador Pedro Amorós Segorb en la revista Enigmas, donde el presidente de la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP), detallaba como mientras realizaba un reportaje fotográfico había captado con su cámara digital lo que aparentaba ser la figura de un monje franciscano.
A partir de entonces comenzaron a circular rumores acerca de fenómenos extraños en el lugar, se veían figuras humanas que desaparecían, voces extrañas y demás fenómenos paranormales.
Cuenta la leyenda, que entre las paredes de este enorme edificio habita el espectro de una mujer conocida como "La dama blanca", además de escucharse los lamentos de niños que fallecieron allí...
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