Casa Lercaro en el Siglo XVI |
La leyenda cuenta que una rica familia genovesa, de apellido Lercaro, construyó un palacete que dio cobijo a varias generaciones de nobles y que fueron marcados por un terrible acontecimiento.
En este inmueble vivió Catalina Lercaro, una joven descendiente de la familia que fue obligada por sus padres a contraer matrimonio con un hombre de avanzada edad y traficante de esclavos. La joven no pudo soportar la angustia de casarse con aquel hombre y vestida de novia decidió quitarse la vida arrojándose a un pozo de la parte trasera de la vivienda.
Pozo donde se suicidó Catalina |
Aunque también cuentan las habladurías, que la familia enterró a Catalina en una de las estancias de la casa y empezaron a notar la presencia de su espíritu merodeando por la casa, y que fue ese miedo lo que les obligó a marcharse.
A principios de los años 90, la mansión fue restaurada para convertirse en el Museo de Historia y Antropología, recuperándose así la leyenda del fantasma de Catalina.
Museo de Historia y Antropología |
Un vigilante de seguridad asegura haber visto una noche a una mujer en el patio. Personal de la limpieza observó, a través de un espejo, la imagen de una mujer vestida de blanco. Trabajadores de la biblioteca vieron a una mejer sentada mirándoles fijamente hasta desaparecer.
Los responsables del Museo iniciaron una investigación sobre la leyenda de Catalina pero no se llegó a ninguna conclusión certera. No se sabe si en realidad la joven existió, si poseía el nombre de Úrsula Lercaro en vez de el de Catalina o si fue solamente una leyenda.
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