Este anuncio que fue grabado en 1993, en un bosque de
Hong Kong, dio la vuelta al mundo por la supuesta aparición de un fantasma.
En el vídeo se ve a seis niños jugando al trenecito, pero al final aparece
inexplicablemente un séptimo individuo, al parecer una niña con vestido blanco.
Lo más escalofriante de la historia es que el niño con
gorra de cuadros falleció de manera misteriosa al poco tiempo de
que se transmitiera el comercial.
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