En 1973 se estrenó una de las películas más aterradoras
de todos los tiempos. Pero, desde el mismo momento de su rodaje, comenzaría una
espantosa cadena de accidentes, desgracias y muertes.
La película, del director norteamericano William
Friedkin, sobre la historia de una niña de 12 años que era poseída por el diablo,
se transformó en un fenómeno de taquilla, aunque para algunos espectadores la
película generó desmayos y escenas de pánico y hasta presuntos casos de
posesiones satánicas.
Los problemas empezaron al poco tiempo de empezar el
rodaje, con un encadenamiento insólito de sucesos inexplicables en torno a la
producción de la película. Cintas que se borraban solas, ruidos y voces que se
filtraban por los micrófonos, desaparición de objetos o incluso un incendio
iniciado en los estudios Warner y que destruyó gran parte de los decorados de
la película (excepto la habitación del personaje de Regan Mac Neil, la niña
poseída), lo que hizo que el rodaje se retrasa durante varias semanas.
Además, el arnés empleado para elevar a la joven actriz
Linda Blair sobre su cama (y aparentar su levitación) se rompió, por lo que la
muchacha sufrió lesiones en su columna vertebral cuyas secuelas perduran hasta
hoy.
Aunque lo más impresionante de la supuesta maldición de
“El exorcista” tuvo que ver con las extrañas muertes que se produjeron. Se
estima que entre cuatro y nueve personas fallecieron durante el rodaje, entre
ellos el actor Jack MacGowran, la actriz Vasiliki Maliaros, un experto en efectos
especiales y un vigilante de los estudios Warner. Además, el abuelo de Linda
Blair y el hermano del actor Max Von Sydow (que interpretaba al padre Merrin)
fallecieron el mismo día en el que se iniciaron las grabaciones. Posteriormente,
el hijo de la actriz Mercedes McCambridge, quien hacía la voz del demonio en el
filme, se suicidó después de asesinar a toda su familia en 1987.
Pero la fatalidad no terminó aquí, pues la mala suerte
también acompañó a la adaptación teatral de la historia. En 1975 se estrenó en
el Teatro de la Comedia de Londres la obra “El exorcista”, con la actriz Mary Ure
personificando a la joven Reagan. Sin embargo, al día siguiente del estreno, el
director de la obra encontró a Ure muerta, rodeada de sus propios vómitos. Además
estaba tendida con los brazos en cruz, y con cortes y rasguños por todo su
cuerpo. El informe policial dictaminó posteriormente que se había tratado de un
suicidio provocado por sobredosis de barbitúricos. Pero, para muchos, ella era
sólo una víctima más de la terrible maldición que ha perseguido a esta
película.
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